Archive | May, 2016

Make America Grande Again

15 May

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Más allá de las especulaciones acerca de una postulación de último momento por parte del Mitt Romney, quien sin dudas es el mejor maniquí que tiene guardado en el baúl del auto el Partido Republicano (GOP, por Grand Old Party, desde aquí en adelante), o de la conspiración que el Establishment republicano está tejiendo hace pocos días, hay pocas voces que no hayan confirmado lo imposible de imaginar hasta hace unos tres o cuatro meses. Sí, señoras y señores, luego de que Ted Cruz se retirase de la carrera presidencial, el único candidato que quedó de pie en la interna del GOP es…Donald John Trump. Un hombre que para muchos – por ahora la mayoría- de los norteamericanos es la peor de sus pesadillas, pero que para muchos otros, es el salvador de la nación que llega al rescate luego de la fiesta comunista de Barack Obama y sus amigos de Cuba.

No habrán sido pocos los que realizaron la conexión directa, solo diferenciada o por una cuestión de ego o por derechos de autor, entre el eslogan de campaña de Trump “Make America Great Again” con el “Let’s Make America Great Again” utilizado por la dupla Ronald Reagan-George H. W Bush en las elecciones presidenciales celebradas en 1980. Y claro que las coincidencias se terminan allí, porque más allá de la simpatía que siempre hubo entre el magnate y el ex Presidente de los Estados Unidos, lo cierto es que los contextos eran completamente diferentes, a pesar de los esfuerzos de Trump por generar cierta nostalgia respecto a una época en la que – salvo para los republicanos más fanáticos, es decir gran parte de ellos- las cosas no funcionaron demasiado bien salvo para el famoso 1% del que tanto se habla en estos años de desigualdad y miseria.

Muchas personas podrán decir que los años de la Cortina de Hierro y el reloj que contaba atrás hacia el holocausto nuclear tienen alguna relación con la supuesta amenaza nuclear que países – según el imaginario conservador norteamericano- como Irán y Corea del Norte representan en la actualidad, lo mismo para esa sombra llamada ISIS que se extiende sobre todo el mundo dejando un tendal de muertos hasta en las grandes capitales del mundo. Claro que todo esto posee mucha más relación con el mundo pos 9/11, pero la realidad es que a la hora de los discursos políticos en plena campaña no hay límites aunque sí muy poca creatividad por parte de quienes sirven de escribas a los candidatos.

Pero el hecho de que Trump se encuentre a un paso – difícil y largo, pero no imposible- de pasar como mínimo cuatro años viviendo en la Casa Blanca, poco tiene que ver con la asociación que muchos nostálgicos realizan respecto de su adorado Ronald Reagan. En cambio sí posee una relación muy poderosa con la línea descendente que el GOP viene recorriendo desde la aplastante victoria de Reagan-Bush en los 80′ – que significó el punto final para el Estado de Bienestar en América del Norte-, pasando por la consolidación y el punto más alto de la Era Neoliberal en manos de Bush Padre e implosionando por completo ya en el nuevo milenio cuando su hijo, George W. Bush “ganó” dos elecciones consecutivas para gobernar y destruir al país entre los períodos 2000/04 y 2004/08.

Hay que remontarse a esos años posteriores al atentado terrorista que derribó las Torres Gemelas para recordar como los republicanos y varios mal llamados centristas elogiaban a Bush por ser un hombre de Dios y por “parecer un tipo común, con el que sin dudas me tomaría una cerveza”. Pocos se detuvieron a pensar que lo que se necesita justamente para ser Presidente, y más si se trata de los Estados Unidos que es la máxima potencia mundial a nivel económico y político, es ser todo salvo un “tipo común” que ni siquiera puede sostener un libro al derecho mientras lee con un grupo de niños de preescolar en una visita.

Pero hubieron millones de ciudadanos de los Estados Unidos y cientos y cientos de electores confiaron en él, más allá de que en ambas elecciones necesitó de un trabajo muy fino para superar a sus dos mucho más preparados, experimentados en la arena política y aburridos rivales Al Gore y John Kerry. Si algo le sirvió a Bush para sostener una gran base de popularidad no fueron sus en gran parte erróneas y pro 1% medidas político/económicas, sino su lamentablemente famosa “Guerra contra el Terror (o Eje del Mal)” que se desató con su infame Doctrina Bush como puntapié. Hablamos de un paquete de medidas preparado y aprobado tras los atentados contra el World Trade Center que tuvieron apoyo absoluto de todo el arco política y la opinión pública mundial, cuyo eje fue la también desastrosa Patriot Act, que básicamente consistió en una carta blanca para expandir y mecanizar la tortura a nivel global y para espiar a todos los habitantes del país bajo la excusa paranoica pero entonces convincente de que cualquiera puede ser un terrorista pues “el enemigo está adentro”.

No sorprende entonces que luego del escándalo desatado hace unos años – entre tantos otros- por Edgar Snowden y Julian Assange con las masivas filtraciones de secretos de Estado, la ciudadanía poco a poco haya comenzado a mirar a la política tradicional con mucha desconfianza. Luego de la elección y reelección de Barack Obama, que terminará dos muy buenos períodos presidenciales con la frente en alto, el discurso de la esperanza que trajo en la campaña de 2008 mientras el país se derrumbaba bajo la fiesta ruidosa y pornográfica de Wall Street y sus cómplices en el establishment político y empresarial, ha mutado en otro mucho más pragmático y centrado en objetivos mucho más terrenales aunque diferentes según el lado del mostrador donde uno se encuentre.

Los demócratas y demás personas dentro del espectro denominado “Liberalismo” están siempre muy preocupados por la pobreza, por las guerras liberadas en el exterior con dinero que podría usarse para mejorar los servicios públicos, por el brutal y asesino racismo que lejos está de haberse extinguido, por la creciente xenofobia que lleva a imaginar paredes electrificadas en la frontera con México, por el aplastante avance de los fundamentalismos religiosos de todo tipo y especie tanto dentro como fuera del país, por una desigualdad tan grande que ha quebrado hasta a la clase media, por el discurso plagado de odio y división que ha invadido el universo político y por tantas otras cuestiones que llenan las páginas de todos los medios del globo.

Del lado republicano de la vida, la atención está centrada en las mismas cuestiones pero con una mirada radicalmente diferente. Desde la irrupción de Sarah Palin como candidata a Vicepresidente de John McCain y la posterior creación del Tea Party, el GOP comenzó a virar hacia el extremismo absoluto, quedando hasta los políticos más respetados y corridos hacia el centro imposibilitados para escapar de un discurso y un accionar tan brutal como desacertado desde todo punto de vista. La analogía del blanco y negro es correcta para analizar el pensamiento del norteamericano republicano promedio, que pertenece en gran parte a los Estados del Sur que siempre están teñidos de rojo durante cada elección. Todo lo mencionado un párrafo más arriba acerca de las preocupaciones e ideología de los demócratas y sectores de izquierda tiene su contraparte en este sector de la población que a cada mes aumenta de forma considerable.

De lo recientemente dicho, se deduce que hay muy pocos países – dentro de los llamados “desarrollados”- con una división social y política (la grieta le llaman por estos pagos) tan brutal como los Estados Unidos desde hace más de 30 años. Por ello hay que evitar mirar hacia el costado y no tener miedo a decir que tanto Ronald Reagan, como George W. Bush y Donald Trump son productos tan genuinos como diferentes de tres épocas de conflictividad social, malestares económicos y desigualdad muy alta, en la que la cuenta siempre la terminan pagando los que menos tienen aún en el caso de que hayan votado con entusiasmo y convicción – caso de la mayoría republicana de los sectores más pobres y atrasados del país- a quienes los han llevado a la ruina.

Para entender el apoyo de un sector tan importante de la población, hay que centrarse en lo cultural y en el llamado “sentido común” (entendido éste como una serie de prácticas, costumbres, reglas y comportamientos con los que el ser humano es instruido desde pequeño para que pueda reproducir el orden dominante de forma correcta)  que con mucho trabajo de una aceitada maquinaria mediática y política ha sido insertado en el ciudadano promedio de los Estados Unidos.

Hay una serie de frases que Donald Trump ha pronunciado en estos meses de campaña que expresan el imaginario del norteamericano promedio – sin importar su pertenencia político/ideológica- en cuestiones de relevancia como el racismo, la xenofobia, la violencia de género, la política de armas de fuego, el aborto legal, la política exterior y demás cuestiones que han estado en boca de todos como pocas veces en estos años. Vale la pena realizar un repaso de los grandes éxitos del gran candidato a llevarse la interna del GOP:

“La única carta que Hillary Clinton tiene es la de la mujer. No tiene nada más para ofrecer y, francamente, si Hillary fuese un hombre, no creo que sea capaz de conseguir ni el 5% del voto. Lo único que tiene en sus manos para ganar es la carta femenina y lo más lastimoso es que no le cae bien a las mujeres”.

“Miren esas manos ¿Son pequeñas? Marco Rubio se refirió a mis manos diciendo que: ‘Si son pequeñas, alguna otra cosa debe ser pequeña’. Yo les garantizo que no hay problemas en ese sentido. Se los garantizo”.

“Tengo tantos amigos fabulosos que casualmente son homosexuales, pero yo soy un tradicionalista”.

“La única diferencia entre los otros candidatos y yo es que soy mucho más honesto y que mis mujeres son mucho más hermosas”.

“Nuestro gran Presidente Afro-Americano no ha tenido exactamente un impacto positivo en los delincuentes que están tan feliz y abiertamente destruyendo Baltimore”.

“Cuando México manda a sus personas, no está enviando a lo mejor que tienen. No les están mandando personas como ustedes, están enviando personas con muchos problemas y que los traen con ellos. Están trayendo drogas. Están trayendo crimen. Son unos violadores…Y asumo que algunos pocos son buenas personas”.

“Yo construiré un gran muro – y nadie construye muros mejor que yo, créanme- y además los construiré sin gastar mucho dinero. Voy a erigir un gran, gran muro en nuestra frontera sureña y haré que México pague por esa muralla”.

“26.000 violaciones sin reportar en el Ejército y solo 238 condenas con prisión efectiva ¿Que imaginaron esos genios cuando colocaron a los hombres y a las mujeres juntos allí?”.

“Las mujeres tienen una de las grandes farsas de toda la historia. Las más inteligentes actúan de manera muy femenina, pero por dentro son verdaderas asesinas. La persona que acuñó la expresión ‘el sexo más débil’ o fue muy inocente o estaba bromeando. He visto mujeres manipular hombres con apenas una mirada…O tal vez con otras partes de su cuerpo”.

“McCain no es un héroe de guerra. Se dice eso de él porque fue capturado. Yo prefiero a los que no han sido capturados” (Un golpe al mentón muy desubicado hacia alguien mucho más respetable e inteligente, con una historia terrible y real de fondo, como John McCain).

“Hasta que no seamos capaces de determinar y entender este problema y la peligrosa amenaza que significa, nuestro país no puede seguir siendo víctima de horribles ataques perpetrados por personas que solamente creen en la Jihad y que no tienen sentido común ni respeto por la vida humana” (Aclaración: esto dicho como preludio para prohibir el ingreso de TODOS los practicantes de la religión Musulmana a los Estados Unidos).

“No podemos seguir permitiendo que China viole a nuestro país”.

“Se podía ver que la sangre salía hasta de sus ojos, sangre saliendo de ella por todos lados. En mi opinión, claramente estaba en plena menstruación” (Aclaración: comentario completamente asqueroso y machista acerca de Megyn Kelly, periodista de Fox News, luego de que moderase un debate donde no salió para nada bien parado).

“Si Hillary Clinton no puede satisfacer a su marido ¿Que le hace creer que podrá satisfacer a América?” (En fin…).

Si creen que hay personas que no podrían apoyar a semejante personaje – por decirlo suavemente-, están muy equivocados. Como ya se explicó, la base de Donald Trump tiene los integrantes más impensados, como por ejemplo el votante latino y republicano que de alguna forma se encuentra atraído por el discurso de este outsider de la política tradicional. El hartazgo respecto del juego político manejado por el llamado establishment ha encontrado su eco en este multimillonario que lo tiene todo desde hace mucho tiempo. Alcanza con recordar que para el momento de su primera aparición pública en 1980, hablando en televisión nacional de la inversión en el mercado inmobiliario – con la predicción acertada de que un boom llegaría en esa década- , Trump ya era un millonario que había alcanzado alturas impensadas para alguien de su edad.

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Más allá de que su discurso siempre ha estado centrado en su persona, pues no es más que una serie de afirmaciones acerca de cuanto mejor son él y su modo de vida respecto de todo lo demás, hay muchos ciudadanos norteamericanos convencidos de que este magnate habla con la verdad. Que comunica lo que todos realmente piensan, lo que el pueblo siente, todo ello por detrás del velo de mentiras que colocan los políticos delante de quienes los eligen cada cuatro años.

Algunas de  las afirmaciones más salientes son las siguientes:

“Sé como funcionan los negocios y sé que necesitan una mano más fuerte para que puedan mejorar. (A Trump) le gusta ganar se pone una meta y la cumple, él es así. Él va a solucionar lo que los políticos no pueden”.

“Cuando te habla te dice la verdad. Obama nos está destruyendo y Trump quiere que volvamos a ser grandes otra vez. Nosotros hoy no necesitamos un político: necesitamos un verdadero líder y ese es Trump”.

“Tenemos que volver a tener el reconocimiento de Europa y el mundo. Ya no nos respetan. (Es bueno) que Trump vaya a tener un equipo militar fuerte”.

“Es una persona próspera y ha traído mucho empleo a los Estados Unidos”.

“(A los políticos) es tiempo de cambiarlos. Hay que votar gente nueva, fresca, para empezar a mejorar”.

“No es que sea agresivo sino que es más directo que otras personas”.

“No me siento ofendida (respecto de sus afirmaciones machistas), dice las mismas cosas que muchos hombres. Pero yo leí varios libros (¿?) sobre Trump y allí cuentan que no es una mala persona, que es un gran jefe”.

Sus ya más de 1000 delegados y la ausencia de un rival en la interna del GOP han dejado a Donald Trump a un paso de ingresar en la lucha por la presidencia de los Estados Unidos de América. Con un discurso basado en el miedo, en los prejuicios y en la confrontación más cruda, ha logrado seducir a una importante cantidad de personas que han encontrado – como en otros casos históricos recientes y no tanto- un guante perfecto donde calzar su mano, sin importar sus orígenes, su nivel socioeconómico ni su ideología.

De nada sirve castigar a quienes creen genuinamente en Trump, como hizo la semana pasada el Ney York Times en un editorial muy duro donde llamaba a todo republicano con intenciones de votar al magnate “miope” e “ignorante”. Lo que se debe hacer es buscar las razones por las que una gran porción del electorado ha decidido inclinarse por un candidato que no tiene en su arsenal más que un discurso mediocre, cargado de prejuicios y muy encendido, y que al mismo tiempo no posee ningún conocimiento siquiera básico- lo dejó en claro el equipo del Washington Post, no justamente un medio pro Demócrata, que lo entrevistó hace unas semanas- acerca de los temas más relevantes tanto para la política interior como la exterior de su país.

Nada parece indicar que Hillary Clinton – quien seguramente ganará la interna del Partido Demócrata contra su digno y sorprendente competidor, Bernie Sanders- vaya a tener problemas en una hipotética elección general en caso de que este escenario se confirme. La mayoría de los sondeos colocan a la candidata de los azules con un 54% de los votos contra un 41% que cosecharía el hombre del pelo color mostaza y las frases tan resonantes como huecas. Para ser optimista, Trump necesitaría mejorar en estos meses un 10% su rendimiento electoral para vencer a Hillary y aún así la diferencia sería muy ajustada. Los números en la actualidad indican que los delegados a nivel nacional que obtendría Clinton serían 347 , mientras que los de Trump alcanzarían un inservible 191, siendo esta la base desde donde ambos partirían al comienzo de la campaña presidencial.

Si bien hay algunos políticos pertenecientes al establishment republicano como Chris Christie se han acoplado al Make America Great Again, lo cierto es que la mayoría del GOP no tiene ninguna simpatía para con su posible candidato. El sistema de electores – uno de los menos democráticos del mundo, dentro de un país que se hace llamar la gran democracia- lo ha beneficiado y no sería raro que finalmente la gran mayoría apueste a caballo ganador e intente finalizar con el sueño de Hillary Clinton de ser la primera mujer Presidente de los Estados Unidos.

La tarea será muy complicada y el millonario tendrá que trabajar con mucha humildad – que no es su gran fuerte- y mucha inteligencia para poder quedarse con el aparato republicano y ser un competidor como mínimo razonable para alguien que ya es parte del establishment político, que ha probado su capacidad – aún con errores- en cargos de gobierno y que parte con una ventaja más que considerable y cuasi definitiva. Tal vez el destino tenga una carta reservada para este candidato difícil de explicar y de entender, pero el primer paso para lograr cualquiera de estas dos cuestiones es el tener la capacidad de leer correctamente el contexto político, social y económico en el que ha surgido.

A pesar de que hemos afirmado que la conexión entre ambos fenómenos es inexistente, hay una relación entre las características de los sectores que apoyan a Trump y la irrupción de Ronald Reagan en la política en los 80′. Desde aquel entonces hasta el día de hoy, se ha creado e incrementado una base heterogénea de norteamericanos de clase media trabajadora que posee gran admiración – llegando al punto del embelesamiento- por estos millonarios a quienes en realidad les deberían estar echando la culpa por todos sus padecimientos. Sin ir más lejos, el 74% de los norteamericanos pertenecientes a este amplio espectro social sostuvo – en una encuesta realizada en el año 2014- que el sistema económico de los Estados Unidos era injusto porque favorecía exclusivamente a los ricos. Pero el ya mencionado hartazgo respecto de la política tradicional (si se lo piensa bien, Bernie Sanders es también un outsider), el incremento del costo de vida para la clase media, la imposibilidad para los más pobres de salir de su realidad, el creciente rol mediático en una sociedad completamente absorbida e influenciada por los grandes conglomerados de medios y un nivel de conflictividad social que nuevamente ha llegado al punto más alto de su ciclo, han creado un monstruo de gran tamaño que seguirá creciendo en las próximas semanas.

Puede ser el magnetismo que genera su retórica “populista” – la hay más hacia la derecha y más hacia la izquierda-, puede ser ese deseo irresistible para algunos de ser todo lo que él es, puede ser también la falsa noción de que como es rico no necesita ni va a robar un solo dólar – ni podrá ser comprado por los verdaderos corruptos, es decir por las corporaciones- o también puede ser el hecho de que su discurso en el que se presenta como un self-made man, apelando a los lugares comunes más insólitos del relato fundacional de Estados Unidos, haya revivido esa esperanza llamada “El sueño americano”; ese que consiste en amasar una enorme fortuna trabajando “pues no hay mejor lugar para ser exitoso y rico que en América”.

Todos estos elementos deben ser puestos sobre la mesa para entender el porqué de la popularidad de Donald Trump, algo que no puede ser puesto en duda ni por sus más duros críticos. Hasta sus serios fracasos profesionales, esos que no le dan un marco coherente a su pomposo discurso de éxito personal, no parecen ser demasiado relevantes para quienes lo han llevado en andas hasta la línea de largada entregándole elector tras elector a lo largo y ancho del país.

Salvo que haya alguna sorpresa en el camino durante estas semanas, Donald Trump y Hillary Clinton se enfrentarán por el privilegio de ser el nuevo Presidente de los Estados Unidos de América. Todo listo entonces para una de las elecciones al mismo tiempo más interesantes y previsibles de las últimas décadas, donde todo es una incógnita excepto el resultado final.

 

 

 

 

La Montañita del Horror

6 May

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A pesar de que la violencia de género se ha instalado hace unos años como uno de los temas más importantes de la agenda pública y política de nuestro país, lo que no parece erradicarse es el nivel de machismo y de ignorancia en el grueso de una sociedad que en pleno Sigo XXI conserva rasgos patriarcales muy marcados y predominantes. Tampoco han habido cambios significativos que ayuden a solucionar este grave problema, más allá de las muestras de apoyo públicas en redes sociales por parte de algunos personajes de notoriedad pública en el momento en que se realizó la marcha bajo el lema #NiUnaMenos.

Más allá de lo mediático – y tal vez bizarro debido a la explotación de este por parte de sus protagonistas- del caso, uno de los ejemplos más recientes del gen machista que inunda a nuestra sociedad es el del cruce entre Federico Bal, su ex novia Bárbara Vélez y sus respectivas madres, Carmen Barbieri y Nazarena Velez debido a una supuesta agresión por parte de Bal hacia Vélez que hasta hace pocos días era su pareja. Es claro que todos conocemos el recorrido mediático de los tres personajes, pero no por ello quedan al margen de los problemas cotidianos que todos nosotros – a quienes las cámaras no nos siguen todo el tiempo- enfrentamos en lo cotidiano.

Más allá de las acusaciones que los protagonistas se lanzaron y del show que se generó alrededor de ellas, lo cierto es que hubieron una o varias discusiones entre ambos que derivaron en una reciente escena de violencia donde ella terminó con un moretón en uno de sus brazos y denunciando golpes y maltrato psicológico en la Comisaría de la Mujer ¿Por qué es relevante mencionar este caso, que es uno más dentro de los cientos que hay que lamentar a cada semana y que son mucho más graves y a la vez ignorados asquerosamente por los grandes medios argentinos? Debido a las reacciones frescas y sin filtro de ese espécimen particular que son los miembros de nuestra sociedad, esos que de forma anónima suelen volcar sus crudas – y básicas, salvo honrosas excepciones- opiniones en los foros de los diversos portales digitales de los medios más importantes del país, mordiendo siempre el anzuelo y dejándose ver tal cual son.

Antes de continuar, analicemos (con las correcciones pertinentes, pues el prejuicio existe y viene de la mano de la poca cultura) algunos de los comentarios, sin distinción de género, que se pueden encontrar en los sitios web de Clarín, La Nación e Infobae al respecto del caso mencionado:

  • Para mí Barbie debe ser histéricamente celosa! Y media loca como la madre! Todo bien! Pero le creo a Federico Bal de que la mina le saque el celular, lo persiga, rompa cosas onda en cualquier discusión.
  • Si eligió un mujeriego ahora que se joda.
  • Es evidente que las herencias son inevitables…. No puede salir de otra forma ésta chica que no sea como la de la loca de la madre.
  • (ESTE VA TEXTUAL, NO VALE LA PENA CAMBIARLO PORQUE PIERDE LA ESENCIA) ……..repudio la vilencia de genero a full.soy madre de mujeres……….pero vos sos una enferma como tu madre ella te hizo asi,.te teladro el cerebro con sus tragedias,con su hermana que trajo de sur para cuidarla la piba andaba en la noche asi termino,la tragedia del marido de la que vos te hiciste cargo……………yo veo que sos muy chica pra tanto,tratate estas enferna.
  • (OTRO TEXTUAL) Es loca como la madre y encima enloquese a los que se encuentrana su alrededor, no es de extrañar el final de Faián Rodríaguez, viviendo en semejante manicomio. Tantos dramas de la madre, se le filtraron o se los filtraron en el cerebro de ella y actúa como una spicópata.
  • Me parece que la violenta es ella. Escandalosa y kilombera como la madre.
  • Me suena a escándalo mediático solo para figurar. Para mí que se dio un mazazo para que le quede el moretón y asi tener para 3 o 4 semanas en todos los programas y medios.
  • Si les pegan… “por algo será”… las mujeres tendrian que ver en que están fallando y que hacen mal para que las muelan a palos. Muchas veces los golpes están bien justificados…. (LA JOYA DE LA FAMILIA)
  • La pibita tiene peor caracter que la madre, es archiconocido sus ataques de furia, que hasta la madre le tiene miedo. Tiene cara de angelito, pero Barbie es un ogro escondido.
  • Yo te creo Fede la verdad que la cara de la minita la vende, menos mal que el perro no entraba en la cacerola porque sino…..
  • Pareciera que en realidad no le pegó. La zamarreó para que detenga el ataque de nervios.
  • Otra caso en que la mujer se victimiza y se sale con la suya. Cagaste pibe.

Es claro que esta situación dista de ser la misma que la que se puede ver día a día en los barrios más humildes y carenciados y en hogares alejados de los focos mediáticos, como ya mencionamos unos párrafos más arriba. Pero lo importante para nuestro propósito hoy no son los protagonistas sino el denominador común que poseen los comentarios/opiniones de muchos hombres y mujeres de diversas edades acerca de estos episodios delictivos que involucran la violencia canalla, y en un porcentaje mayoritario asesina, de un hombre sobre una mujer.

Para que no surja la impresión de que los comentarios tienen esa tonalidad solamente en un caso perteneciente al mundo de la farándula nacional, se pueden considerar como un segundo ejemplo las vidas trágicamente perdidas de María José Coni y Marina Menegazzo, las dos argentinas que fueron brutalmente asesinadas en las playas de Montañita, situadas en la ciudad de Guayaquil, Ecuador mientras vacacionaban allí el pasado verano como mochileras. Luego de una búsqueda desesperada por parte de los forenses y de sus padres, que habían tenido contacto con ellas por última vez el pasado 22 de Febrero, sus cuerpos fueron encontrados en un río el 25 y 27 de ese mismo mes, ambos envueltos en plástico y atados con cinta de embalar.

No contentos con la gravedad y atrocidad del caso, en el que se acaba de confirmar que ambas adolescentes fueron drogadas con un sedante muy potente antes de su muerte, varios foristas volcaron sus opiniones en los medios que publicaron la noticia. Poco sorpresivamente, nos encontramos con cosas como éstas:

  • No sé qué es esa droga, pero raro, porque se podían ir, o no hubieran llegado a ninguna parte dormidas.
  • Difícil saber si fue voluntario  o no  eso me parece que no prueba nada.
  • ¿Y como se determinó que no hubo voluntad de ellas en la ingestión de la droga?
  • Ellas tomaron la decisión de ir a la joda y lo que pasó fue un caso aislado.
  • Van por la joda y la droga fácil y allí se toman RIESGOS. Vivimos en un mundo donde las chicas están debutando sexualmente a los 13 o 14 años, sean de la casta social que sean y asimismo el 80% de esos debuts son bajo efecto de alcohol o drogas.
  • Todos los humanos tienen ideas diferentes costumbres, hoy en día la gente piensa algunas que si le haces un favor vos también le tenes que hacer aunque sea de cualquier tipo.
  • Es tristísimo lo que les pasó a estas chicas y seguramente no merecían tener el final que tuvieron…lo cual no obsta para reconocer que eran dos calentonas en busca de joda por los lugares más sórdidos de Latinoamérica…
  • Pero nos guste o no nos guste, si caminas por una cornisa y te das el gran palo, no te podes quejar: te lo buscaste, hermano.
  • Fueron ahí buscando lo mismo que los otros faso, alcohol y sexo. Cuando te metés por propia voluntad en la jaula de los leones, después no podés culpar a nadie más que a vos mismo.
  • En el boliche pero hay que seguir investigando, porque vendían ensalada de frutas y hamburguesas, se dice que con la ensalada vendían otras cosas y se quisieron volar con la plata de los venezolanos.

La masiva y emocionante marcha que se realizó el 3 de Junio en todos los rincones del país bajo el grito de #NiUnaMenos, a la que muchos de nosotros asistimos de la mano de nuestras parejas, hijos, amigos de todas las edades, en pos de un presente y un futuro mejor, pareció indicar el camino a seguir tras décadas de oscuridad. Lamentablemente para la mayoría – pues varios asistieron a modo de pose para luego continuar con su machismo diario-, las estadísticas y el accionar político/judicial no fueron en ningún momento de la mano de una reacción notable y admirable de una importante porción de la sociedad argentina que se cansó de tanto sufrimiento e hipocresía.

Las estadísticas realizadas por la admirable ONG La Casa del Encuentro http://www.lacasadelencuentro.org/ dejan expuesta una realidad espeluznante: desde el año 2008 hasta el 2015, se han registrado 1.808 casos de muertes en casos de violencia de género. En ese mismo lapso se contabilizaron 2196 hijos e hijas que se quedaron sin su madre, víctimas colaterales de los femicidios, de las cuales 1403 son menores de edad lo cual hace la situación – si es que se puede- aún más desesperante.

Para entender estos números un poco mejor, alcanza con saber que solo en el año 2014, 277 mujeres y niñas fallecieron en esas circunstancias, vinculadas estas a otros 29 casos, esta vez de hombres y niños. En 2015, la cifra aumentó (algo que sucede desde 2008) a 286 crímenes que dejaron a 216 niños y niñas sin su madre, sumados a los 43 hombres y niños que fallecieron por haber quedado en la llamada “línea de fuego” de estas atrocidades.

Cuando leemos o escuchamos que cada 30 horas se produce la muerte de una mujer por violencia de género, es imposible el no consternarse, el no enfurecerse, el no sentir rabia, impotencia, terror. El solo imaginarse – y saber también, por sufrirlo al lado de ellas muchas veces, por ejemplo de la mano de nuestra pareja- lo que sienten todas las mujeres cada vez que caminan por la calle, cada vez que se suben al transporte público, cada vez que son acosadas salvajemente, tanto física como verbalmente, por hombres que en mayoría de casos son personas que llevan una vida normal en la apariencia – pero que se encuentra completamente trastocada en sus valores primordiales-, no hace más que aumentar la angustia y la intención de ser lo más útil posible en todo momento para poder evitar estas situaciones.

Tampoco es extraño que el 80% de las mujeres que denunciaron ser víctima de violencia de género en el año 2014 haya convivido con su abusador/agresor previamente y también posteriormente o que no hayan podido jamás escapar de ellos. Porque el problema es en gran medida cultural y no hay un Estado presente para poder ayudar a estas mujeres que deben sufrir a diario penurias que en mayoría de casos terminan de la peor manera imaginable. Como respaldo para esta afirmación, se debe agregar que dos de cada tres denunciantes expresaron que el acoso y los golpes aumentaron tras la separación, como por ejemplo en el caso reciente de Carina Drigani Bulla, fisioterapeuta cordobesa de 44 años que denunció a su ex pareja por violencia y que se encontraba desaparecida hace más de dos días, hasta que tristemente su cuerpo sin vida fue encontrado en un lago cerca de Villa Carlos Paz. Su muerte completa otra semana macabra en Córdoba, donde en menos de 24 horas sucedieron dos femicidios y para el final de los siete días se contabilizaron tres en total, siendo la séptima asesinada en lo que va del año 2016.

En el sitio web de La Casa del Encuentro se cita un párrafo de un estudio de la CEPAL del año 2009 (http://www.cepal.org/mujer/noticias/noticias/2/37892/Niunamas2009.pdf) que es bastante claro al respecto de esta ausencia estatal: “(…) para erradicar la violencia de género, es imprescindible que ésta se convierta en un objetivo central de las agendas públicas: primero, como una violación de los derechos humanos, segundo porque la violencia de género es un obstáculo para el desarrollo de los países y, por último, porque es un asunto clave para la democracia y la gobernabilidad democrática. En ese sentido, la eliminación de la violencia contra las mujeres se asienta sobre tres pilares: la protección jurídica, las políticas públicas y una cultura de respeto sin discriminación. En definitiva, la violencia contra las mujeres requiere del funcionamiento del Estado de derecho y de derechos (…).

¿Por qué sostenemos que hay inacción de parte de los tres poderes del Estado? La respuesta es simple: si uno bucea en las 2.725 consultas que se recibieron en la Comisión sobre Temáticas de Género hace un año y en todas las denuncias realizadas en ese mismo período, hay dos datos que son contundentes y que parecen haber sido ignorados por la justicia y las fuerzas de seguridad públicas de manera llamativa:

  • La mayoría de los denunciados era varón, pareja o ex pareja de las víctimas y en la mayoría de los casos las asistidas tenían hijos en común con su agresor.
  • Más de la mitad de los agresores tenía comportamiento violento fuera del hogar y 3 de cada 10 de ellos registraba antecedentes de ataques en relaciones anteriores.

Es evidente que el registro de antecedentes no funciona demasiado bien en nuestro Poder Judicial, más considerando la cantidad de víctimas de sus ex parejas o familiares que fueron atacadas luego de un breve período en prisión por parte de quienes les hicieron vivir el peor de los infiernos. Mientras existan en nuestra política personas como el actual Presidente de la Nación, que en su momento – en Mayo del 2014 para ser más precisos- llegó a decir que “a todas las mujeres les gustan que les digan un piropo (…) Aquellas que dicen que no, que se ofenden, no les creo nada (…) No puede haber nada más lindo (que un piropo), por más que esté acompañado de una grosería, que te digan qué lindo culo que tenés, está todo bien”, va a ser muy complicado avanzar en leyes que protejan a las mujeres de un delito que se ha convertido en una epidemia similar a la peor de las pestes.

El libro presentado en el año 2013 por La Casa del Encuentro titulado “Por ellas…5 años de informes de femicidios” logra cumplir con una deuda de manera parcial, ya que la ausencia de estadísticas oficiales en un país donde los femicidios y casos de violencia doméstica crecen a diario, es una cuestión inaudita e indignante y no puede ser solucionada solamente con la lucha de una valiente institución. Lo mismo aplica a la trata de personas, un tema que es trabajado por la ONG y que tampoco tiene números oficiales – ni demasiada acción concreta en su contra- y que también es combatido por esta organización sin fines de lucro que ha logrado ponerle nombre y apellido, un rostro, a tanto dolor, a tanta pérdida.

Luego de exhibir los tristes datos del año pasado, y en consonancia con lo que ya hemos expuesto, la ONG reclamó por el “diseño, reglamentación y puesta en marcha de los artículos pendientes de la LEY Nº 26.485, Incluido el Plan Nacional de ‘Ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que se desarrollen sus relaciones interpersonales’ y estadísticas oficiales integrales y transversales de la temática”Además se escucharon otros reclamos como la “asignación de presupuesto acorde para poder implementar en su totalidad la LEY N º 26.485”, la inclusión “en las estadísticas de femicidios que publica la Corte Suprema de Justicia los femicidios en que el agresor se suicida” y el urgente “tratamiento del ante proyecto de Ley sobre “pérdida automática de la responsabilidad Parental del femicida condenado”.

Pero no se trata solamente de legislación el problema, sino también de emprender un trabajo activo de concientización en el que todos participemos abiertamente y despojándonos de todo tipo de prejuicio con el que hayamos convivido en nuestras vidas. Algunos tendrán más de estos, otros menos y algunos, lamentablemente, se encontrarán en las antípodas culturales y políticas de quienes planteamos que la igualdad de género es uno de los más grandes objetivos a alcanzar, pues está enlazado directamente con muchas otras cuestiones como la pobreza estructural, la trata de personas, el abuso infantil y el acoso laboral, entre otras atrocidades que suelen ser consideradas “normales” o hasta lógicas en muchas partes del mundo.

Si no estamos dispuestos a dar el primer paso juntos, a salir hacia adelante para proteger a todas las mujeres que se encuentran en peligro a cada segundo, víctimas de la violencia absoluta y del abandono por parte de un Estado que no parece querer hacerse cargo de las falencias de la sociedad que lo ha creado. Los anuncios y las declaraciones son bienvenidas, pero para detener esta locura de una vez por todas habrá que luchar juntos sin cuartel, hasta poder ver la luz al final del túnel.

ni_una_menos

“Disculpe las molestias, nos están asesinando”

“Este cuerpo es mío. No se toca, no se viola, no se mata”

“No quiero sentirme valiente cuando salgo a la calle, quiero sentirme libre”

“Quien ama no mata, no humilla, ni maltrata”

“Vivas nos queremos”

“Si a todos los que dicen apoyar la marcha realmente les importase, no haría falta marchar”

“La violencia deja marcas, no verlas deja femicidios”

#NiUnaMenos